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Carcassone

Del Neolítico, de los romanos, de las cruzadas, de los que la quemaron, de los que la volvieron a construir… Carcassone sigue viva.  Su casco antiguo, la Cité, fue declarada Patrimonio de la Humanidad, y en él aún conviven 30 kilómetros de muralla , 120 vecinos y el bullicio constante de visitantes, comerciantes y artesanos. Bullicio de día y calma de noche.

La Cité medieval es el mayor atractivo para los turistas que se acercan a esta localidad y es además de acceso gratuito.

¿Cómo llegar?

Si vuestra intención es viajar en transporte público:

-Autocar

Podéis consultar en Eurolines tarifas y horarios. También existe un buscador en Destinia dedicado a rutas en autocar, aunque a mí no me daba ningún resultado (¿) o en Bussoff, especializado en rutas por España, Portugal y Francia.

-Tren

Desde Barcelona Sants a Cerbère (Portbou, Cerbère), y de allí a Carcassone (puede que se tenga que cambiar en Narbonne).
O en el caso de esta ruta en particular, se podría tomar primero un tren a Perpignan y luego de allí hay tren directo a Carcassone.

Los horaris están en la web de SNCF, el servicio de trenes francés. O cada vez más gente aprecia la claridad y precisión de los alemanes en la web de su servicio de trenes (que para consultar los trenes españoles llega a ser más útil que la de Renfe!).

Alojamiento

El albergue de la FUAJ, auberge Carcassone, es una de las opciones (y la única que conozco por experiencia propia de momento).
+ Muy bien situado, dentro de la Cité de Carcassone. Precio (con desayuno incluido, buffet libre).
– Las sábanas de papel. El desayuno no es muy abundante (aunque si no queda algo se puede ir comentando para que vuelvan a llenarlo).

¿Cátaros? ¿Catarismo?

El catarismo, doctrina nacida en la Europa Occidental del siglo X, llegó a la región de Languedoc en el siglo XII.. Dentro del cristianismo, pero distinta del catolicismo, sus ideales abogaban por un nuevo orden social a partir del ascetismo. Entre otros aspectos creían en la dualidad creadora Dios-Satanás, que la Iglesia Católica tachó de hereje. A partir del siglo XIII el catarismo pasó a la clandestinidad.

El papa Inocencio III inició una cruzada contra este movimiento religioso-cultural: esa cruzada fue una verdadera guerra,  y en ella intervino el Tribunal de la Inquisición, que arrancó de raíz el catarismo de la región. Hoy se considera  el catarismo como una doctrina tolerante y aperturista, ligada a la cultura occitana, de la que  podemos seguir la huella que dejó en el sur de Francia: siguen en pie los castillos que les sirvieron de refugio y las abadías que defendían el catolicismo y su cruzada contra el catarismo.

La ruta de los cátaros

Web Pays Cathares

Nuestra ruta ocupaba pocos días, pero estuvieron bien aprovechados. En nuestro caso visitamos los siguientes castillos y abadías de la ruta cátara:

Castillo de la Cité de Carcassone: visita «obligada». Visita interesante, y como siempre tienda de souvenir (con espadas de madera incluidas, «al más puro estilo medieval») y exposición temporal.

Pese a que las tarifas según la web son gratuitas para menores de 18, nos aplicaron tarifa gratuita para menores de 25! Desconozco si es un precio temporal/promocional. Si comenzáis con la visita en este castillo, podéis comprar el Pasaporte (Passeport des Sites du Pays Cathare) de descuento que os saldrá a cuenta si queréis visitar más de 3 lugares de la ruta. Podéis entrar en la web de la ruta cátara que indico al final de esta entrada para ver las tarifas y descuentos.

Abadía de Fontfroide (Buena guía: la exposición fue muy interesante y didáctica.)

Castillo de Villerouge Termènes (Si algún lector/a fuera, recomiendo no elegir la audioguía en español. En la medida de lo posible, elegid la de francés por ejemplo. Creo que os enteraréis más!)

Pueblo de Termes (Vale la pena visitar los pintorescos pueblecitos cercanos a los castillos y abadías. Eso sí, a quien espere encontrar un bar… le deseo suerte!)

Castillo de Quéribus (Impresionante. Visita recomendada)

Pueblo de Cucugnan (al lado de Quéribus)

Castillo de Peyrepertuse (Idem: impresionante)

Abadía de Lagrasse (sólo de paso, la meteorología y el tiempo no nos permitieron detenernos más)

Nos quedamos con ganas de ver más, por supuesto. Más pueblos, más castillos… Uno de los que nos quedó por ver, que junto con Peyrepertuse y Quéribus parecía (lo volveré a repetir una vez más) impresionante es el de Puilaurens. Y claro, poder detenernos un poco más en Lagrasse y su abadía.

Todos los lugares indicados aquí formaron parte de un recorrido que nos ocupó dos días (el fin de semana). El viernes habíamos estado en Perpignan (anterior entrada en el blog) y el lunes estuvimos, antes de volver a la dura vida laboral, en Collioure, al que dedicaré otra entrada más adelante.

Más información

  • Sobre la ruta de los cátaros:

http://www.payscathare.org/

http://www.monuments-nationaux.fr/en/monuments/monument-s-map/

http://be.franceguide.com/cartes/france/regions/routes-touristiques/sud-ouest-route-des-cathares/home.html?nodeID=1820

http://www.xtec.es/~apalau12/introcas.htm

  • Sobre Carcassone:

http://www.carcassonne.org/carcassonne_sp.nsf/vuetitre/docpgeIntroVisiter

Tras una primera experiencia en el sur de Francia hace ya dos años (Collioure y Argelés-sur-mer), esta Semana Santa he aprovechado para hacer una necesaria segunda incursión a nuestros vecinos franceses. Esta vez la ruta ha partido de Perpignan, para seguir hasta Carcassone y recorrer parte de la llamada “ruta de los cátaros”, y finalmente aprovechar el trayecto de vuelta para volver a disfrutar del encanto de Collioure.

Perpignan

Perpignan la Catalane o «Fidelíssima Vila de Perpinyà» son la misma Perpignan.  El primer sobrenombre hace referencia a la Perpignan que fue capital de la Cataluña francesa del siglo X a mitad del siglo XVII y el segundo a la Perpignan que fue distinguida por Juan II (Rey de Aragón y Conde de Barcelona)  en el siglo XV por  su resistencia a la anexión al Roussillon de Louis XI.

Perpignan es una ciudad francesa, sin lugar a dudas. No obstante, junto a su identidad francesa sigue conservando su legado histórico que mantiene vivas aún ahora cultura,  lengua y  tradiciones catalanas.


Cómo llegar

Si dudas entre tren o autobús…

-En tren: Tiene el inconveniente de tener que cambiar de tren al llegar a la frontera (Cerbère), y de que según el día de la semana hay pocas conexiones Francia/España. Igualmente, se pueden consultar los horarios y tarifas en www.renfe.es y en www.sncf.fr.

-En autobús: Pese a que hay autobuses de Alsa que indican que hacen la ruta, la operadora es Eurolines, por lo que lo más práctico es dirigirse directamente a ésta última compañía.

Lugares para visitar

La Gare de Perignan, a la que Dalí se refirió como “centro cósmico del universo” es un buen punto de partida para comenzar a conocer la ciudad. Frente a ella tenemos hoteles y brasseries que se ofrecen como un regalo al viajero cansado.  Si seguimos por la calle que sale directa de la estación, la Avenue Charles de Gaulle, es muy sencillo llegar al centro de la ciudad. Al final de la calle,  en la acera de enfrente, nos encontramos con un rostro conocido: un Fnac. Estamos en la Place de Catalogne, que a diferencia de la plaza del mismo nombre de la ciudad de Barcelona, no está atestada de turistas y palomas.

Una opción aquí es desviarnos a la derecha para llegar al Palais des Rois de Majorque. Desgraciadamente para el visitante, se están realizando trabajos de restauración en el interior del palacio por lo que sólo era posible llegar hasta la puerta de entrada.

De vuelta de la infructuosa visita al palacio, otra vez en la Place de Catalogne, pero siguiendo a la derecha el curso del río, llegaremos a la Place Arago (a nuestra derecha), el Palacio de Justicia (también a la derecha, en una punta de la Place Arago, y al fondo, no demasiado lejos, divisisaremos fácilmente el Castillet.

Siguiendo la Rue du Castillet tendremos al cabo de pocos minutos el edificio gótico de la Cathédral Saint Jean a nuestra derecha. Y justo detrás de ésta, el  Campo Santo. Este complejo funerario es el más grande y antiguo que se conserva en Francia, y desde este espacio podemos contemplar  el detalle del campanario y de la fachada posterior de la catedral.

Se acerca la hora de comer y volvemos al centro del centre ville. Allí, paseando por las principales calles comerciales, descubrimos el Hôtel de Ville (Ayuntamiento), camuflado tras las terrazas al aire libre de una pizzeria. Siguiendo el paseo dedicamos una merecida visita a la Casa Xanxo, un palacio del siglo XVI que perteneció al empresario Bernat Xanxo y que alberga ahora una casa de arte y de historia de la ciudad.   Se trata de una de las pocas casas góticas que se conservan en Perpignan. Y casi olvidaba mencionar que la visita es gratuita!

Nuestros estómagos nos exigen una pausa y los numerosos carteles de degustaciones de charcuterie nos tientan y nos invitan a disfrutar de una tranquila comida al sol del mediodía, en las terracitas que han renacido aprovechando los días más largos y la vuelta de unas temperaturas más benignas que trae consigo la primavera, un año más.

No disponemos de mucho tiempo, por lo que tras la comida, tenemos la intención de iniciar el viaje en coche hacia nuestro destino y punto de partida para la ruta de los cátaros: Carcassone. La Procession de la Sanch alarga este último paseo. Aprovechamos la oportunidad para contemplar esta tradición religiosa que se celebra cada viernes santo des del siglo XIV, ante un público  numeroso, sea por convicción o por simple curiosidad.

El Musée des Beaux-arts Hyacinthe Rigaud, el Muséum d’Histoire Naturelle, el Palais des Rois de Majorque (su interior restaurado), las vistas del Serrat d’en Vaquer… son lugares que nos quedarán pendientes, como siempre quedan lugares pendientes de conocer y  motivos y excusas para volver a los lugares en los que ya hemos estado. Y Perpignan invita al fugaz visitante a volver y dedicarle una visita menos fugaz.

En próximas entregas: Carcassone y la ruta de los cátaros y Collioure.